Como una sobreviviente de su propia vida, una mujer reconstruye, en plena madurez, el acontecimiento más feroz de su historia personal. No busca reparaciones ni enseñanzas sino alguna certeza. Pero a medida que repasa una y otra vez los detalles, y arma cronología y motivaciones, su versión de los hechos multiplica los interrogantes. ¿Puede un artista, un gran artista, resultar el más perverso de los monstruos? ¿Hasta qué punto la más exquisita sensibilidad cubre desiertos de degradación? ¿Qué oscuridad esconden las vidas más luminosas? ¿Qué grado de soberbia soportan los elegidos? ¿Dónde buscar la verdad del peor de los pasados? La devoradora repone una y otra vez estos misterios y, en lugar de simplemente resolverlos, los hace resonar, los amplifica. Con el fondo tétrico de la dictadura militar, Graciela Ballestero crea atmósferas, sostiene en alza el suspenso ficcional y configura una serie de personajes de alta densidad narrativa. Y todo con una prosa exigente, plena de matices pero, al mismo tiempo, de una precisión punzante. La devoradora obtuvo el primer premio del Concurso Municipal de Novela Manuel Musto 2007, cuyo jurado estuvo integrado por Angélica Gorodischer, Daniel Link y María Cecilia Muruaga.