Arturo Fruttero

Arturo Fruttero nació en Tortugas, Santa Fe, en 1909, y falleció en Colonia Belgrano, localidad del centro-oeste santafesino, en 1963. Cursó el bachillerato en Rosario y se recibió de farmacéutico en Córdoba. Activo participante del movimiento cultural rosarino de las décadas de 1940 y 50, integró el comité organizador del Colegio Libre de Estudios Superiores, fue secretario de la Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias del Hombre y asiduo colaborador de instituciones como la Asociación Rosarina Cultural Inglesa, el Museo de Bellas Artes “Juan B. Castagnino” y Amigos del Arte, donde dictó conferencias y leyó sus traducciones de Blake, Shelley, Baudelaire, Nerval, Rilke y Eliot, entre otros. Frecuentó además las tertulias literarias que se realizaban en el bar Savoy y en la casa del arquitecto Ángel Guido, a las que asistían otros escritores como Fausto Hernández, Ricardo Orta Nadal y los jóvenes Beatriz Guido y Hugo Padeletti. Publicó un único libro de poesía, Hallazgo de la roca (Tipografía Llordén, Rosario, 1944). En el año 2000, la Editorial Municipal de Rosario editó, con prólogo y notas de Osvaldo Aguirre, Arturo Fruttero. Obra poética y otros textos, volumen que reúne sus poemas, ensayos sobre poesía y pintura, correspondencia y otros papeles dispersos.
Arturo Fruttero nació en Tortugas, Santa Fe, en 1909, y falleció en Colonia Belgrano, localidad del centro-oeste santafesino, en 1963. Cursó el bachillerato en Rosario y se recibió de farmacéutico en Córdoba. Activo participante del movimiento cultural rosarino de las décadas de 1940 y 50, integró el comité organizador del Colegio Libre de Estudios Superiores, fue secretario de la Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias del Hombre y asiduo colaborador de instituciones como la Asociación Rosarina Cultural Inglesa, el Museo de Bellas Artes “Juan B. Castagnino” y Amigos del Arte, donde dictó conferencias y leyó sus traducciones de Blake, Shelley, Baudelaire, Nerval, Rilke y Eliot, entre otros. Frecuentó además las tertulias literarias que se realizaban en el bar Savoy y en la casa del arquitecto Ángel Guido, a las que asistían otros escritores como Fausto Hernández, Ricardo Orta Nadal y los jóvenes Beatriz Guido y Hugo Padeletti. Publicó un único libro de poesía, Hallazgo de la roca (Tipografía Llordén, Rosario, 1944). En el año 2000, la Editorial Municipal de Rosario editó, con prólogo y notas de Osvaldo Aguirre, Arturo Fruttero. Obra poética y otros textos, volumen que reúne sus poemas, ensayos sobre poesía y pintura, correspondencia y otros papeles dispersos. Prensa